Los alumnos del primero y segundo ciclo de Primaria del Colegio de Pusol han comenzado a compaginar las clases habituales con las actividades propias de este Centro de Cultura Tradicional, que procura la salvaguarda de las costumbres más arraigadas del Campo de Elche. Una de las actividades más conocida por el visitante es contemplar los cultivos que los diferentes equipos realizan en el huerto ecológico escolar, labor que  llevan desarrollando en el Proyecto Educativo desde sus inicios y que a día de hoy se ha convertido en un evento tradicional de la escuela. 

 

Acompañados por sus maestros y por los monitores del museo, y tras una breve explicación previa, son los mismos alumnos quienes acometen la función de plantar los semilleros y el terreno de cultivo del recinto museístico, siembra que sigue el ritmo de los ciclos lunares.  

 

Los escolares se encargan de los cuidados básicos diarios tanto del huerto como del jardín, repleto de especies autóctonas. A lo largo de todo el año anotan en los impresos de observación las incidencias que observan en el crecimiento y desarrollo de las plantas, por ende, aprenden  todo el proceso vegetativo.  

 

El proceso de recogida de las cosechas y su distribución entre los alumnos es un acto festivo y de satisfacción. 

Se vienen cultivando productos propios de la comarca, como son las alcachofas, el maíz, las habas, las ñoras, las berenjenas, el membrillo, etc. Este año ha sido de gran relevancia la plantación que los alumnos han hecho, en semilleros, de viveros de Pinus Pinea -pino piñonero-, cuyas semillas, los piñones, han sido recogidos en el patio de la escuela de los pinos plantados, hace más de cuarenta años, por otra generación de alumnos. Está programado replantarlos,  en el lugar que las autoridades forestales nos indiquen, por los propios alumnos. 

 

Este tipo de actuaciones medioambientales y culturales instruyen a las nuevas generaciones en lo valioso y lo fundamental que es el cuidado del entorno natural en el día a día, además de formarse en las tradiciones que, gracias a estas actividades, Centro de Cultura Tradicional protege desde hace más de cincuenta años.