Exposiciones

Carteles de cine

Del 17 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021


Centro Cultural Las Clarisas, Elche


Con la colaboración del Ayuntamiento de Elche


En Carteles de Cine, el Museo Escolar de Pusol exhibe una selección de la numerosa cartelería que conserva, proveniente en su mayoría del Gran Teatro. Fondos que se muestran por primera vez de manera conjunta, creando un importante grupo tanto por su rareza como por la belleza de las obras.


La primera proyección pública de cine con entrada de pago se celebró el 28 de diciembre de 1895, en el Salon Indien du Grand Café, en el Boulevard des Capucines de París. Para dicho acontecimiento, los hermanos Lumière ya utilizaron un cartel diseñado por el artista Henri Brispot. Por lo que se podría decir que el cartelismo y el séptimo arte están unidos desde un primer momento.


Los carteles de las películas fueron, durante muchas décadas, el recurso publicitario más empleado por la industria cinematográfica. Estos grandes afiches colgaban en pasillos y fachadas de todas las salas de cine de la época, con el fin de conectar con el público y reclamar su interés de forma inmediata. Los pequeños pasquines que se repartían en mano eran un reclamo más inmediato, en ellos se reproducía el cartel de la película en su anverso, se informaba del cine en que se proyectaba y de los horarios de pases en el reverso.


Los afiches también formaban parte de las campañas publicitarias que se realizaban alrededor del selecto grupo de actores y actrices que se convirtieron en ‘estrellas de cine’. Idolatradas por el público, sus rostros protagonizaban los carteles de las películas en las que actuaban, contribuyendo al éxito en taquilla. Hoy, estos carteles son el testigo de la fugacidad de esta fama, actuando como vanitas para nuestro presente, pero también conectándonos con la forma de vida de nuestros antepasados, con los sueños que tuvieron, a través del conocimiento de su tiempo de ocio y de sus gustos culturales.


El desarrollo del cartelismo supuso la revolución del diseño gráfico, contando con verdaderos artistas cuyo reconocimiento fue creciendo conforme evolucionaba el arte moderno. Los estudios invertían cada vez más en la publicidad de sus películas, contando con el trabajo de grandes cartelistas en cada país en el que se distribuían las películas, quienes realizaban sus propias creaciones, acrecentando así el valor de esta disciplina artística. En España trabajaron, tanto para productoras nacionales como internacionales, nombres míticos como Vinfer, Josep Renau, Ramon o Jano. A nivel internacional, destacaremos a Grinsson y Soubié, dos cartelistas franceses que trabajaron para Hollywood y que firman varios de los elementos que exponemos.


El cine en Elche


Desde la presentación del cinematógrafo en 1895 en Paris hasta su llegada a Elche… ¡pasa poco más de un año! En los primeros meses de 1897 hace su aparición en el hoy desaparecido Teatro Llorente, curiosamente en el mismo año en que se descubre la Dama de Elche. Casi siempre, las proyecciones se hacen en barracones ambulantes que van recorriendo diferentes municipios. En nuestra ciudad se instalaban en la ribera del rio (actual Av. País Valenciano), en la Plaza de la Merced y en la Plaza de Baix, entre 1902 y 1912 aprox. 


La única sala estable de Elche sería el Teatro Llorente, que en 1907 se adecuó para las proyecciones del cinematógrafo, hasta que en 1920 se inaugura el Kursaal en la Glorieta. Este nuevo edificio seguía la estética de los espacios decimonónicos, pero se concibió ya como cine y como teatro, no será hasta después de la Guerra Civil en que pasará a llamarse Gran Teatro. Durante sus primeros años se disputó con el Llorente las proyecciones más taquilleras, consiguiendo imponerse con la contratación exclusiva de Paramount, entre otras productoras norteamericanas y europeas.  No mucho después se inauguró el primer cine de nuestras pedanías, el cine de Torrellano sería una realidad en 1926. El segundo cine urbano en abrirse sería el Coliseum, en plena Corredera, en 1928. Recién inaugurada la década de 1930 se abre el primer cine de barrio, el Ideal, dedicado a reestrenos y programas dobles. Después vendrían el Coliseum, el Victoria (de verano), el Central y, ya en 1949, el emblemático Capitolio. La expansión por el medio rural fue, también, imparable: en la Hoya se abre una sala en 1944, luego en Perleta, Jubalcoy, La Marina, Valverde… todas las pedanías llegaron a contar con un cine, algunas con más de uno. Entre las últimas salas en abrir estuvieron el Cine Altamira, el Alcázar y el Central, aún en 1956 se inaugura el Palafox. En la década de 1970 comienza un declive que, poco a poco, termina con el cierre de las últimas salas ‘clásicas’ a comienzos del nuevo siglo.

Vuelve a actividades

  • Carteles de cine

¿Quiéres conocer todas nuestras novedades?

¡Suscríbete a nuestra newsletter!


Mecenazgo

Mecenazgo

Multimedia

Multimedia

Multimedia

Colecciones

Premios y reconocimientos



Top