Del 2 de junio al 2 de octubre de 2022 Ampliamos al 2 de noviembre de 2022

La exposición estará expuesta en el Centro Comercial L'Aljub (junto a los Cines ABC) del 23 de enero al 16 de abril de 2023

En 1901 abrió sus puertas Casa Barceló, bar situado en la esquina de la Corredera con el carrer Empedrat.  La familia Barceló regentó el establecimiento hasta que, en 1932, lo traspasó a José Villalobos Soler, quien le cambió el nombre, sustituyéndolo por el que sería conocido hasta la actualidad, Casa Villalobos.

En 1962, José y su esposa, Margarita, trasladan el negocio a un edificio que poseían hacia la mitad del carrer Empedrat. Este cambio, lejos de ser perjudicial, confirmó las bases del Villalobos como una institución hostelera en el centro de la ciudad. Siempre ha sido un bar de bocadillos y tapas frías, aunque por aquellos años, la propietaria del establecimiento preparaba algunos platos calientes en su casa (habas cocidas, calamares, etc.), platos que luego se vendían en el bar. Con el tiempo, dos de los hijos del matrimonio se hicieron cargo del negocio: José Antonio y Vicente, junto a sus esposas, Josefina y Manolita. Tras estos mostradores sirvieron entrepans del ditet durante décadas.

Esta exposición quiere reflejar el ambiente del Villalobos de la segunda mitad del s. XX, con el mobiliario original, la representación más fidedigna posible del espacio y algunos elementos anecdóticos, como la rama de plátanos que solía colgar del techo a disposición de la clientela; o el espacio destinado a tienda detrás del mostrador, que los domingos se tapaba con una cortina gris, funcionando igualmente de tapadillo.  

Por su barra y sus mesas ha pasado casi la totalidad de ilicitanos e ilicitanas, pero también multitud de visitantes, atraídos/as por sus famosos bocadillos de atún, tomate y anchoas, y por sus cartuchos de encurtidos en papel de estraza. Y es que este bar era un exponente de primer orden de la muy valenciana costumbre de almorzar a media mañana, evento que, en nuestra peculiar idiosincrasia, sirve de punto de encuentro para personas de toda condición.  

En su última etapa, con Vicente Villalobos al frente, se creó una Asociación de Amigos del Villalobos, formada por un nutrido grupo de ilicitanos que se reunía los jueves por la mañana en el bar para almorzar y disfrutar de la mutua compañía. Esta cita se convirtió, poco a poco, en un acto social al que se invitó a personajes ilustres de diversos ámbitos. En la actualidad, la Asociación -que continúa celebrando sus reuniones- mantiene una activa agenda social.

La pandemia adelantó unos meses el cierre de este emblemático local, que estaba previsto que se produjera con la jubilación de Vicente en otoño de 2020. Se nos privó a los/as ilicitanos/as de un acto final que estuviera a la altura de los 119 años de andadura del Bar Casa Villalobos. Con esta muestra se quiere rendir un sentido homenaje al Villalobos y a la familia que lo ha regentado hasta el final. Un lugar entrañable y muy querido en la ciudad que, por un tiempo, vuelve a abrir sus puertas en el Museo Escolar de Puçol.