Del 1 de febrero al 28 de abril de 2024

En estos tiempos que corren, la sociedad vive sumergida en una sobreexposición de imágenes diaria. Las vemos en medios impresos, en galerías de arte o a través de pantallas y proyecciones.

El valor de la imagen ha evolucionado con los años, popularizándose con la fotografía en el siglo XIX. Ahora que todas las personas llevamos una cámara en el bolsillo y todo es susceptible de ser captado e inmortalizado, la importancia de la “instantánea” nada tiene que ver con aquellos tiempos en los que las familias atesoraban las fotografías con el propósito de perpetuar sus recuerdos.

La fotografía en el ámbito doméstico actúa como fuente de memoria, a la que se acudía con el propósito de retener aquellos momentos considerados importantes. A grandes rasgos, la fotografía vernácula, como se conoce a esta tipología, capturaba instantes de carácter privado que apenas se alejan de la cotidianidad del hogar.

Sin embargo, se pueden encontrar ejemplos que, de manera involuntaria, cruzan la frontera hacia composiciones de mayor valor estético -más allá de lo figurativo-, ofreciendo, bajo una mirada antropológica, rostros, comportamientos y costumbres.

El Museo Escolar de Puçol expone por primera vez una selección del fondo fotográfico que conserva, en su gran mayoría reunido merced a donaciones particulares. Vida Rural, fotografies del Camp d´Elx ofrece un recorrido por el medio rural ilicitano, principalmente, del siglo XX: sus paisajes, sus habitantes, sus trabajos o sus costumbres. Las cuarenta imágenes seleccionadas conectan directamente con los conjuntos de fotografías familiares, aquellas que aún se guardan en las casas. Un patrimonio fotográfico oculto que podría dar testimonio de la vida cotidiana y del quehacer diario de las familias del campo, conservado en álbumes, cajas de metal u olvidado entre las páginas de un libro.